Foto: Terminales de escape del Pagani Imola      Créditos: Franko Klinge

Terminales de escape como marca de identidad

Los terminales de escape han adquirido un rol importante en la identidad de los vehículos y son una característica diferencial dentro de una gama. 

Los sistemas de escape de los vehículos con motor de combustión se dividen principalmente en dos sectores; el primero, más cercano al motor, es el encargado de reducir las emisiones y está conformado por catalizadores y filtros de partículas cuya configuración está determinada por las normas del mercado en el que será vendido el vehículo. 
 
El segundo sector tiene como función principal mejorar la acústica, ya sea para reducir el ruido y cumplir las normas o para darle un toque especial y característico al sonido del motor.
 
Al final de todo este sistema se encuentra, normalmente, un terminal, que es una pieza de algún material especial como puede ser acero inoxidable o titanio y que es la única pieza visible desde el exterior.

 
Los terminales de escape han adquirido un rol importante en la identidad de los vehículos y son una característica diferencial dentro de una gama. 
 
El VW Golf, por citar un ejemplo, tiene distintas configuraciones de terminales de escape para sus diversas versiones (GTI, GTD, R, etc.), presentando diversos acabados en cuanto a diseño, material, ubicación y cantidad.  
 
También existen terminales de escape falsos con una función meramente decorativa, sin ninguna conexión al sistema de escape.
 
Ya en el terreno de los superdeportivos, los terminales de escape juegan un rol determinante en el diseño de la parte posterior (o lateral) del vehículo. 
 
Esta característica es elevada a su máxima expresión en los modelos de Pagani, cuyos cuatro tubos centrales no solo identifican a sus modelos, sino que son seña distintiva de esta marca italiana. 
 
El típico terminal cuádruple central de los Pagani irradia el exuberante sonido de sus motores V12, verdaderas obras de arte hechas a mano en los talleres de AMG en Alemania.
 
Al igual que el sonido del motor, los terminales de escape llegaron a marcar la identidad de los vehículos. Sin embargo, ambos desaparecen con la llegada de los modelos eléctricos. FK