Foto: VW Gen.Travel          Créditos: Volkswagen AG

De conductor a pasajero

Cada vez más gente aprende a manejar con un vehículo automático o eléctrico y no es capaz de utilizar una caja de cambios manual.

Siendo los primeros automóviles artefactos exóticos y muy exclusivos, sus conductores eran aficionados que gustaban de la mecánica y del progreso; o choferes contratados que no solo estaban entrenados para conducir sino también para hacerse cargo del mantenimiento del vehículo, así como de pequeñas reparaciones.

 

El rol del conductor era mucho más activo; desde el arranque manual pasando por la carburación en tiempo real, así como cuidar de los diversos parámetros que incluían presiones y temperaturas. 

 

Con el paso del tiempo los vehículos se hicieron cada vez más fiables y, sobre todo, más seguros. 

 

Actualmente ni siquiera es necesario saber cambiar una rueda, ya que bajar un neumático es cada vez más raro y por esa razón pocos vehículos nuevos cuentan con rueda de repuesto y herramientas. La mayoría trae simplemente un spray de emergencia que sirve para inflar el neumático sellándolo y permitiéndole rodar hasta la siguiente estación de servicio para su reparación.

 

Asimismo, cada vez más gente aprende a manejar con un vehículo automático o eléctrico y no es capaz de utilizar una caja de cambios manual.

 

Las asistencias electrónicas nos facilitan las cosas y nos hacen el trayecto más seguro y descansado, pero también nos hacen perder la práctica para cuestiones tan básicas como estacionar en paralelo o controlar la velocidad a la que vamos en una autopista o en la ciudad; por citar un par de ejemplos. Su intervención es cada vez mayor e irreversible.

 

El avance tecnológico hacia vehículos autónomos es cada vez más rápido. Será cuestión de tiempo para que las nuevas generaciones de jóvenes, que actualmente ya no tienen como prioridad adquirir un coche propio, tampoco aprendan a conducir, puesto que utilizarán algún servicio de vehículos autónomos.

 

Es así que los conductores seremos, en el largo plazo, una especie en extinción. FK