Foto: Porsche 911 GT3 RS    Créditos: Dr. Ing. h.c. F. Porsche AG

Rumbo a la neutralidad de carbono

Uno de los principales objetivos, tanto de los entes reguladores como de la industria automotriz, es lograr la ansiada neutralidad de carbono.

Con la prohibición de la venta de motores de combustión, la principal solución técnica de la industria automotriz rumbo a la neutralidad de carbono es el vehículo eléctrico a batería.

 

Para lograr la ansiada neutralidad se tendría que reemplazar a toda la flota mundial por vehículos de estas características.

 

Teniendo en cuenta una flota mundial actual de más de 1.000 millones de vehículos y las ventas anuales actuales de alrededor de 70 millones de unidades, este reemplazo demoraría varios años, sin olvidar que el vehículo eléctrico no es apto para reemplazar al de combustión interna en todos sus campos de acción.

 

Por otro lado, se carece actualmente de suficiente infraestructura tanto para la recarga como para la generación de energía eléctrica, necesarias para operar todos estos vehículos.

 

Para lograr una flota mundial neutral en carbono se necesita aplicar una solución que también tome en cuenta a la flota e infraestructuras existentes y no se enfoque simplemente en su reemplazo. 

 

Esto último se logra con la utilización de combustibles sintéticos, generados a partir de hidrógeno obtenido con electricidad de fuentes renovables y carbono proveniente de la atmósfera.

 

El transporte y venta de estos combustibles se puede hacer a través de la infraestructura actual.

 

No sólo los vehículos terrestres pueden utilizar este tipo de combustible sino también barcos y aviones, ya que estos hidrocarburos pueden ser hechos prácticamente a medida.

 

Si bien los combustibles sintéticos presentan ventajas en cuanto a neutralidad de carbono, las otras emisiones producidas por su combustión no desaparecerán. Asimismo queda todavía un gran camino por recorrer para su producción a escala industrial a fin de cubrir la demanda mundial a precios competitivos.

 

Como podemos ver, no existe una solución única para lograr la neutralidad de carbono en el sistema de transporte mundial sino que se trata de la combinación de diversas soluciones, específicas para los diferentes escenarios. Soluciones que necesitan todavía de un tiempo de maduración. FK