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Brabham BT46B, ventilador fugaz

Foto: Brabham Alfa Romeo BT46B      Créditos: BBC

Brabham BT46B, ventilador fugaz

El ventilador era accionado directamente por el motor.

Gordon Murray, brillante diseñador de la escudería Brabham de Fórmula 1 en los años 70, quería aprovechar las bondades del efecto suelo en el nuevo monoplaza que estaba desarrollando para hacerle frente a Lotus, pionero en esta área.

 

Al mismo tiempo había tenido problemas con el modelo anterior por el concepto de refrigeración del motor, un Alfa Romeo V12 a 180°.

 

La solución vino con el BT46B, apodado “la aspiradora”, al colocar un gran ventilador en posición vertical en la parte posterior del vehículo. Este aspiraba el aire caliente del motor y de los frenos (ubicados en posición central) así como el aire de la parte baja del vehículo, generando de esta manera el efecto suelo deseado. 

 

El ventilador era accionado directamente por el motor, por lo que se podía ver cómo el monoplaza se pegaba al suelo cada vez que el piloto aceleraba.

 

El BT46B andaba como sobre rieles y Niki Lauda no tuvo problemas en llevarse la victoria en el Gran Premio de Suecia de 1978 durante su debut.

 

La queja de los demás equipos no se hizo esperar. Argumentaban que la principal función del ventilador era generar el efecto suelo (cosa que estaba prohibida por el reglamento), además de tirar la suciedad de la pista al vehículo que viniese detrás. 

 

Pero Murray se justificó diciendo que la principal función del ventilador era refrigerar el motor y que sin este se sobrecalentaría de inmediato.

 

Finalmente, Bernie Ecclestone, en ese entonces jefe del equipo Brabham, decidió retirar al vehículo del campeonato, incluso sabiendo que este no fue penalizado o vetado. Lo hizo porque tenía en la mira otro objetivo más importante. 

 

En ese entonces, la Fórmula 1 estaba dominada básicamente por los auspiciadores y las televisoras dueñas de los derechos de transmisión de las carreras. Frente a estos, los equipos tenían poco poder de negociación y Eccleston quería organizarlos en una asociación de constructores para cambiar la balanza a su favor. Y la retirada del BT46B fue un gesto bien recibido por el resto de los equipos, de miras a este objetivo. 

 

Al parecer, Ecclestone tomó la decisión adecuada, puesto que a la postre se convirtió en el amo y señor de la Fórmula 1 con todas las compañías a su alrededor, incluyendo la logística, la organización de eventos y la transmisión por televisión con equipo propio. Y todo esto comenzó con la formación de la Asociación de Constructores de Fórmula 1 (FOCA).FK 


BgD


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