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2030: Odisea Automotriz
Los principales fabricantes apuntan actualmente a 2030 como el último año en que producirán vehículos propulsados por motores de combustión interna.
Desde su invención hace poco más de 130 años el automóvil pasó rápidamente de ser un objeto exclusivo a un bien de consumo masivo. Su expansión no ha excluido ningún rincón del planeta y se calcula que actualmente circulan en el mundo unos 1.350 millones de autos. La gran mayoría de ellos propulsados por un motor de combustión interna, ya sea en solitario o como parte de un sistema híbrido.
Del otro lado tenemos al fenómeno del cambio climático, ocasionado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero y al que contribuye activamente la actual flota vehicular mundial.
Conscientes de todo lo que esto implica, las principales economías del planeta han decidido poner una fecha límite a la venta de vehículos nuevos con motor de combustión en sus respectivos territorios. Posteriormente solo se permitirá la venta de vehículos de cero emisiones.
Esta fecha varía de acuerdo con el país, pero los principales fabricantes apuntan actualmente a 2030 como el último año en que producirán vehículos propulsados por motores de combustión interna.
La gran mayoría de marcas ha optado por elegir al vehículo eléctrico como la principal solución tecnológica, pero empresas tan importantes como Toyota y Hyundai/Kia apuestan principalmente por las celdas de hidrógeno y otros, como Porsche, por los combustibles sintéticos en base a dióxido de carbono e hidrógeno aunque esta solución esté principalmente enfocada a sus vehículos clásicos ya que un gran porcentaje de ellos sigue en circulación.
El paso a vehículos de cero emisiones no solo significa un cambio en pos de mejorar la calidad del medio ambiente y de reducir los efectos del cambio climático, sino que tiene una enorme influencia en cuanto a la interacción con el usuario y demás integrantes del sistema vial, así como en su infraestructura.
La gran transformación hacia los vehículos de cero emisiones ya ha comenzado y el 2030 está a la vuelta de la esquina.FK
Del otro lado tenemos al fenómeno del cambio climático, ocasionado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero y al que contribuye activamente la actual flota vehicular mundial.
Conscientes de todo lo que esto implica, las principales economías del planeta han decidido poner una fecha límite a la venta de vehículos nuevos con motor de combustión en sus respectivos territorios. Posteriormente solo se permitirá la venta de vehículos de cero emisiones.
Esta fecha varía de acuerdo con el país, pero los principales fabricantes apuntan actualmente a 2030 como el último año en que producirán vehículos propulsados por motores de combustión interna.
La gran mayoría de marcas ha optado por elegir al vehículo eléctrico como la principal solución tecnológica, pero empresas tan importantes como Toyota y Hyundai/Kia apuestan principalmente por las celdas de hidrógeno y otros, como Porsche, por los combustibles sintéticos en base a dióxido de carbono e hidrógeno aunque esta solución esté principalmente enfocada a sus vehículos clásicos ya que un gran porcentaje de ellos sigue en circulación.
El paso a vehículos de cero emisiones no solo significa un cambio en pos de mejorar la calidad del medio ambiente y de reducir los efectos del cambio climático, sino que tiene una enorme influencia en cuanto a la interacción con el usuario y demás integrantes del sistema vial, así como en su infraestructura.
La gran transformación hacia los vehículos de cero emisiones ya ha comenzado y el 2030 está a la vuelta de la esquina.FK
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